
Alieth de convicción firme como el huso y noble como la lana.
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Armattura
A 15 minutos del parque principal de Villa de Leyva, a las afueras del pueblo, se encuentra un taller en el que trabajan 7 mujeres; cada una con atuendos característicos para hacer más fáciles sus tareas diarias. Esquilan ovejas y convierten su lana en piezas únicas que denotan identidad, y lideradas por Alieth Ortiz buscan facilitar una red de campesinos que conserven el legado de una cultura fuertemente arraigada a un territorio.
Alieth es una mujer fuerte y de principios claros; cree en el poder de las manos humanas y su habilidad para hacer cosas que ninguna máquina puede: imbuir cada pieza con los sentimientos de una persona que se apasiona por lo que hace, y que cada esfuerzo que ejecuta va a permitir preservar una historia que pocos habrán de contar.
No cree mucho en la cultura popular, e invita a todos a ir más allá de los productos que consumen, conociendo todo el proceso que conlleva su consecución, pero principalmente, valorando el esfuerzo de todos los artesanos que aportan en la creación de las obras.

Alieth es una mujer fuerte y de principios claros; cree en el poder de las manos humanas y su habilidad para hacer cosas que ninguna máquina puede: imbuir cada pieza con los sentimientos de una persona que se apasiona por lo que hace, y que cada esfuerzo que ejecuta va a permitir preservar una historia que pocos habrán de contar.
No cree mucho en la cultura popular, e invita a todos a ir más allá de los productos que consumen, conociendo todo el proceso que conlleva su consecución, pero principalmente, valorando el esfuerzo de todos los artesanos que aportan en la creación de las obras.
Si te pasas por Villa de Leyva, no dudes en visitar la tienda de Alieth: Alieth Ortiz Tejido Artesanal, ubicada unas cuadras arriba del parque principal; y si tienes la suerte de que sea un día jueves, pregunta por la posibilidad de ir a ver el proceso de esquilado de ovejas que realizan en su taller para extraer la lana con la que tejen sus maravillosos artículos.

¿En qué consiste el proceso de esquilado de ovejas, y cómo inició la tradición del taller?
La oveja es traída por los españoles en el siglo XVI; los muiscas, nuestros ancestros, hilaban con el huso como herramienta. Cuando la oveja llega a nuestro continente se hace una fusión y se adopta, adaptando la técnica para hilar lana mediante el uso. Es a partir de esto que se funden ambas culturas en cuanto a técnicas, creando una completamente nueva y siendo transmitida de generación en generación.
Nuestros ancestros hacían uso del poncho y fue tejido por primera vez con lana de oveja; ese poncho se transforma en lo que es ahora: la ruana tradicional Boyacense. Hemos llevado esta tradición desde nuestros abuelos. El hilado es de lo más hermoso que tenemos, es de nuestros ancestros los muiscas quienes han transmitido su conocimiento cientos de años después para convertirse en un sello de identidad de las mujeres boyacenses.
Para el hilado entonces, criamos las ovejas, las esquilamos, preparamos el vellón lavándolo y poniéndolo a secar, se deja unos días secando y luego se escarmena; esto es quitarle todo el mugre, como el apelotonamiento que crea la lana después de ser lavada, hay que abrirla como un copo y luego, bien escarmenada se hace la hilacha para hacer una manilla para después comenzar a hilar.

Después de la hilada volvemos a lavar, se hace un proceso de suavizado, luego se teje y se pone en el huso; se tintura o se lava y se deja al natural, o se tintura con tintes naturales que es lo que nosotros hacemos al inspirarnos en los paisajes de la región. En cada pieza que hacemos trabajamos de 6 a 7 mujeres: la que esquila, la que escarmena, la que prepara el vellón, la que hila, la que lo lava, la que lo teje, la que lo pinta, y entre todas diseñamos las piezas, piezas únicas, piezas muy especiales.
¿Por qué es necesario que la oveja sea esquilada?
La oveja es como el cabello: entre más largo más delgado se ve, y su crecimiento se atrofia al tener mucha lana. Deben ser esquiladas cada 8 meses, o cada año y medio dependiendo de la raza. Las ovejas criollas suelen dar en promedio entre 2 y 4 kilos de lana, mientras que otras pueden dar hasta 12 libras de lana por esquilada.
¿Qué tipo de prendas tejen ustedes para la venta?
Nosotros hacemos desde un par de zapatos hasta un tapete, pasando por bufandas, guantes, abrigos, chales, suéteres, sombreros, gorros. Creamos prendas para niños, jóvenes y adultos.
¿Nada de proceso industrial?
Nada. No queremos ser invadidas por maquinaria. Confiamos mucho en el trabajo a mano, el problema radica en qué los demás no reconocen el valor de hacerlo con las manos, ya que prefieren el trabajo en serie, ese que se desecha fácilmente. Hay marcas que son mucho más que eso, y que el valor lo obtienen al representar el patrimonio cultural del país.


