
Resis-trenzas:
Tejido de rebeldía y tradición
del Pacífico
Fotografía: Sebastián Villegas @svillegasphoto Maquillaje & peinado: Amafrocol @amafrocol Modelos: Asociación de mujeres afrocolombianas Texto: Mariana Toro Nader @marianatoron
Tradición. Rebeldía. Estética Negra. Zurcidura. Alegoría. Secreto. TRENZAS. Los peinados afro tienen muchas técnicas, muchos nombres, mucha lucha, mucha vida. Las trenzas como el tejido de una historia, el peinado como la base de una cultura, de una raza, del orgullo de ser negro.
Por: @marianatoron
Cuando Emilia Eneyda Valencia Murraín se fue de Istmina, Chocó, a estudiar a Cali, descubrió que podía trascender las dificultades económicas para continuar su carrera pues sabía hacer trenzas de raíz, las que van pegadas al cuero cabelludo. En otras palabras, que tenía el arte en sus manos.
Hoy, alrededor del peinado afro se unen la historia y la actualidad, el lugar tanto de encuentro, como las peluquerías, las barberías, como de pertenencia y orgullo. El cabello como representación y reivindicación de una raza, como el fortalecimiento de un imaginario y una narrativa cultural propia.
“Las trenzas se han revitalizado. Las chicas tenían el arte pero a la gente le daba pena usar trenzas porque estaba asociado a las empleadas domésticas, a la esclavización. Pero gracias a los foros con niñas y mujeres hemos tenido el impacto de que ahora puedan llevarse en cualquier espacio, incluso laboral”, cuenta Emilia. En 1984, cuando el Comité Prounión de la Colonia Chocoana, un espacio de formación afro, llevaba cinco años, se llevó a cabo un concurso cerrado de peinados.
En 1996, Emilia fundó la Asociación de Mujeres Afrocolombianas (Amafrocol), con una vocación netamente afrofemenina. Pero fue en 2004 cuando creó el concurso de peinados Tejiendo Esperanza, que con los años se convirtió en un foro de expertos sobre la racialización por el peinado, la narrativa en los medios de comunicación, el hecho de ser negra.

La tradición de los peinados afro se ha forjado con el tiempo. A pesar de que la herencia africana se perdió un poco con la trata trasatlántica, “en las crónicas del Padre Sandoval, él refiere cómo los negros lucían el cabello de forma muy creativa, en forma de crinejas que entrelazaban unas con otras”.
De esta forma, tribus con lenguas diversas empiezan a usar el tejido del cabello como un código secreto para comunicarse. El peinado era una ruta, un plan, una clave de escape. A esto se añade también una función práctica, para guardar semillas, oro, cobre, dentro de los peinados. Las trenzas como emancipación y como sustento.
Pero el peinado también ha sido un símbolo de resistencia, comenzando con el afro sesentero, que reivindicó la belleza y la estética negra a través del uso del cabello natural. “Con las Black Panthers, el movimiento Black is Beautiful; eso es orgullo, resistencia, poder negro”. El afro, al igual que las rastas, es una construcción política.

Tradición. Rebeldía.
Estética Negra. Zurcidura.
Alegoría. Secreto.
Los peinados
afro tienen
muchas técnicas,
muchos nombres,
mucha lucha, mucha vida.

Tribus con lenguas diversas empiezan a usar el tejido del cabello como un código secreto para comunicarse. El peinado era una ruta, un plan, una clave de escape. A esto se añade también una función práctica, para guardar semillas, oro, cobre, dentro de los peinados. Las trenzas como emancipación y como sustento.

Frente a los prototipos de belleza blanca, europeísta, como dice Emilia, “las trenzas y todos los looks afro en este momento son una apuesta política. Las mujeres decidieron dejar su cabello libre. Aunque el acto más libertario que puede haber en la estética negra es raparnos”. Ese estilo, a pesar de que antiguamente era un acto de violencia, infligido por las amas blancas a las esclavas negras, celosas de sus peinados, que consideraban una forma de seducción, en este momento es una de las apuestas más libertarias: la mujer elige que se ve atractiva así, sin el cabello largo, “contraviniendo el orden estético establecido”.
Y es que aunque el alisado era una suerte de iniciación de la mujer negra que llegaba a los 15 años, en el paso de niña a mujer, los químicos agreden el cabello natural, por eso es importante seguir deconstruyendo imaginarios, modificando las ideas negativas alrededor de la piel, del cabello, del símbolo de la belleza afro.
Sí. Las trenzas – y en general todos los peinados afro– son historia y resistencia, estética negra, códigos secretos, alegorías de la libertad, zurcidura del futuro. Y es que como dice Emilia Eneyda “a uno lo llama lo atávico de la tradición negra: cuando tienes en tus genes, en tu inconsciente, el saber, como dicen, ‘el tambor te llama’”.

“Las mujeres decidieron dejar
su cabello libre.
Aunque el acto más libertario que puede haber
en la estética negra es
raparnos”.
