Daniela Maturana, un diálogo sobre el racismo en Colombia

“Todas las vidas importan. Esa es una premisa de la cual partimos y compartimos todos. La idea no es aceptar que es más válido que se atente contra una vida que contra otra. Pero hoy debemos decir que las vidas negras importan porque es allí donde debemos poner el foco, en las personas negras que están siendo asesinadas por la institucionalidad.”

Por: @Camilaortizc

Luego del asesinato de George Floyd por parte de la policía de Minneapolis, se desató en Estados Unidos y en el mundo entero, una ola de protestas en contra del racismo. Hemos sido testigos de miles de denuncias en redes sociales sobre maltrato laboral, falta de oportunidades, crueldad y hostigamiento por parte de las personas blancas que buscan despojar de su identidad a las personas negras. Denuncias que han llevado a la renuncia de varios empresarios en altos cargos de grandes compañías, y han dado inicio a una conversación profunda y dolorosa.

A finales de mayo del año actual, Ánderson Arboleda perdió la vida a manos de la policía local en el Norte del Cauca, luego de recibir un golpe en la cabeza con un bolillo que le causó muerte cerebral. Esto no llegó a primera plana. Lo que evidencia aun más la necesidad de situaciones externas para que fijemos la mirada sobre nuestro territorio.

En la búsqueda de reconstruir la mentalidad de los colombianos en cuanto a sus orígenes, existen diferentes voces que se están alzando. Daniela Maturana tiene sus raíces en el Chocó y creció con el empuje antioqueño. Es politóloga y especialista en Comunicación Política. Su activismo en pro de enseñar y crear espacios para la conversación se hace cada vez más fuerte, y con el paso del tiempo, más espectadores se han venido sumando a sus lives en Instragram, deseosos de entender y aprender en un momento en donde nos damos cuenta de la gran deuda que tenemos con la cultura negra, y que el camino para saldarla requerirá de esfuerzos colectivos.

Hablamos con Daniela para intentar comprender más sobre el racismo sistemático en Colombia, y las maneras de enfrentarlo y cambiar la historia.  

AM ¿Qué acciones consideras que se deben tomar para que este evento trascienda en la historia?

DM El primer paso para que haya una verdadera transformación es dejar de negar que en Colombia hay racismo; esto hace parte de la realidad de nuestra sociedad, de nuestra ciudad y de nuestro país.

Goyo y Etna Liliana Valencia, defienden que el racismo del siglo XXI es negar que en Colombia somos racistas, porque en realidad, el racismo en el país existe, no solamente en los comentarios de la gente, sino como una institución que llega desde la colonización y la esclavización, cuando se creó un sistema y estructura que permitieron que parte de la sociedad contara con privilegios debido a su color de piel. Otros, por su piel negra contaban con menos acceso a los recursos, se les negaba la libertad y la posibilidad de ser autosuficientes y autosostenibles. Hoy en día, esto se ve reflejado en el acceso a la propiedad, a préstamos, a educación básica primaria y secundaria, y a educación superior. Aunque ya existen algunos avances en el tema, igual podemos ver que sigue existiendo una brecha que demuestra lo contrario.

Fotografía por Camographer para Maygel Coronel.

La gente cree que el racismo solo ocurría en los años 1400 o 1800, pero pensar que no se vive hoy en día es un error, porque esa distribución de la riqueza y de las oportunidades, hace que históricamente, generación tras generación, hayamos tenido que luchar contra una brecha de desigualdad inmensa. Anteriormente, pertenecer a una familia hacendada blanca y que poseía personas esclavizadas generaba acceso directo a mayores comodidades, viajes por todo el mundo y la oportunidad de conocer otras culturas, y además, los hijos de estas personas también tenían el privilegio de crecer de la misma manera y con los mismos beneficios. La fortuna de estas generaciones futuras tal vez sea muy diferente a la de una persona descendiente de alguien que fue esclavizado y que obtuvo su libertad tiempo después, y la cual no fue indemnizada y tuvo que empezar desde cero; será muy difícil para esa persona comenzar, generar o consolidar riqueza, y será igual de difícil para sus descendientes.

Hoy en día el 76% de la población afrodescendiente está en situación de pobreza, es tres veces más pobre y analfabeta que la población en general, lo que demuestra que, aunque esto haya pasado hace siglos, las consecuencias impactan en la sociedad actual. El racismo es todo un sistema donde muchas personas han tenido poder y privilegios, y para combatirlo debemos cuestionarnos: ¿Por qué cuando vamos a ciertos sitios ubicados en lugares de estrato socioeconómico alto, no vemos personas negras sentadas en las mesas comiendo, sino que las vemos limpiando o haciendo el aseo? ¿Por qué a las salidas de las construcciones vemos un gran grupo de personas negras buscando transporte para regresar a sus hogares? Entonces, ¿Hemos aportado al desarrollo? Sí. ¿Son las mujeres negras las que han criado a nuestros hijos? También. Pero ya es hora de que las personas negras puedan acceder a una mayor gama de oportunidades.

Kaina Andrea para Maygel Coronel.

En una de mis lecturas de la universidad, encontré una frase de Amartya Sen, un economista, teórico y filósofo del desarrollo humano, y un gran líder que decía “la utilidad de la riqueza reside en las cosas que nos permite hacer, es decir, en las libertades fundamentales que nos ayudan a conseguir”. El fin último no es conseguir más dinero, es que los recursos nos permitan acceder a una vivienda digna, a servicios y a la educación. 

AM ¿En qué punto se convierte la dignificación y exaltación de la cultura negra en un acto de racismo?

DM Hay muchos ejemplos de acciones que se toman buscando exaltar la cultura,y que terminan siendo grandes errores, como es el caso de la revista que hace unos meses quiso hacer un homenaje al Pacífico colombiano, a la gastronomía, a las matronas y a las costumbres ancestrales, y para esto optaron por una mujer blanca para representarlo en su portada. Otro muy común es cuando llegamos a lugares donde hay personas en situación de pobreza y decidimos tomarnos fotos con ellos y con sus niños, ni siquiera nos cuestionamos por qué viven así. ¿Por qué tenemos la oportunidad de comprar un garrafón de agua y ellos deben tomar agua del mar o del río? Personas que deciden pronunciarse poniendo fotos en redes sociales rodeados de niños pobres de la comunidad afro, con el hashtag #BlackLivesMatter, esto no está bien porque estamos aceptando que la pobreza es una consecuencia de la estructura del racismo.

Cuando hagamos comentarios exaltando la cultura, hagámoslo desde el respeto y el conocimiento. Más importante aún, permitamos que esas personas encuentren en nosotros una forma de alzar su voz, no que nosotros hablemos por ellos. Dejemos de generalizar en temas de cultura, no a todos los negros nos quedan ni nos gustan los colores fuertes, fosforescentes o chillones, no todos bailamos bien.

Lia Samantha, Miss Balanta y Goyo han puesto en evidencia que ahora hay marcas que ponen en sus redes el cuadro negro, pero que antes no querían modelos negras en sus fotografías porque supuestamente no venden. Esto viene de un concepto muy errado de que la población afro en Colombia es mayoritariamente empobrecida, y que debido a esto no compra. Marcas como Ponto Brasileiro identificaron que existía un mercado desatendido y dedicó su producción al pelo crespo, desde el ondulado hasta el afro; ahora cuenta con más de 10 tiendas en todo Colombia. Ellos son un ejemplo perfecto de que los negros sí compramos y también nos gusta vestirnos y vernos bien.

Sher y Kania por Camographer para Maygel Coronel.

AM ¿Qué hacer cuando nos sentimos oprimidos o sentimos que alguien está siendo discriminado en un acto de racismo?

DM Lo primero es señalarle al opresor su error, sin embargo, en Colombia hay una ley de antidiscriminación que te da herramientas jurídicas para denunciar, pues esto está prohibido por la ley. En caso de que haya un caso de discriminación en una empresa, un restaurante o tienda, debemos poner la denuncia en la Personería local, la entidad que lucha por los derechos humanos, ellos pueden realizar los procesos de investigación, llevarlo hasta la fiscalía y trabajarlo de la mano con la Alcaldía municipal. Como dicen por ahí, no se queden callados, no está bien normalizar esto ni dejarlo pasar.

No es correcto que en los colegios les digan a las niñas afro que no están bien peinadas, que no se pueden ir de trenzas o con chaquiritas de colores. Tampoco está bien que a los niños indígenas se les haga cortar el pelo, pues en muchas culturas el largo del cabello es un rasgo de identidad. Es muy importante qué en los colegios, empresas y organizaciones entendamos la profundidad de todo esto, y que no le pidamos a alguien que sea algo que no es, pues va en contra de sus derechos.

Las charlas que hace Daniela Maturana en sus redes sociales, se han convertido en un espacio de aprendizaje y educación sobre la cultura negra. Ha recibido comentarios de personas que la escuchan, los cuales encierran diversos puntos de vista. Algunas personas resaltan que, aunque se sienten confundidas y con ganas de apoyar más la causa, también tienen miedo de decir o hacer algo que moleste más, o incluso llegar a cruzar un límite al intentar exaltar la cultura negra y terminar convirtiéndolo en un acto de racismo. Estas mismas personas sentaron sus posibles formas de ayudar, pasos pequeños y con un gran significado, decidieron seguir instruyéndose y ayudar a otros a instruirse a través de voceros que dominen el tema correctamente, y ayudar a estos mismos voceros a ampliar su comunicación. También hay quienes reconocen la necesidad e importancia de generar empleo y contribuir a negocios de personas afro. Y quienes pudieron reconocer y aceptar que existen comportamientos racistas que se normalizan constantemente a partir de acciones cotidianas.

Angélica, Kania y Sher para Maygel Coronel.

Daniela tiene presente que muchas personas tienden a alegar sobre las protestas, a incomodarse e incluso a sentir rabia por el desorden que se genera, pero estos puntos de vista suelen desarrollarse desde un privilegio que se toma como algo cotidiano. También recalca que es preciso darse cuenta que la protesta es un medio para ser escuchado, es un recurso al que habitualmente se llega después de intentar todas las posible formas y no obtener los derechos que se reclaman. Es importante generar conversación, hablar de esto a nuestros hijos, en nuestras casas, con nuestro círculo social. Tenemos que señalar cuando nos damos cuenta que un comportamiento o comentario no está bien, por “incómodo” que pueda resultar. Incluso es posible hablarlo con los niños, porque constantemente reflejan lo que aprenden en el hogar, por lo tanto, es muy valioso formarlos desde la diversidad y la inclusión, para evitar que haya nuevos victimarios.

Cuando se obtiene de manera consciente información relevante y sincera sobre el tema, es posible ver con otros ojos todo lo que este tipo de discusiones abarca, es posible pasar de incomodarse frente a la rabia con que la comunidad afroamericana protesta, y entender el verdadero fondo, profundo y complejo, de todo esto, es posible empatizar con los motivos de las protestas, de los reclamos, de la rabia y de la exigencia de derechos. 

Daniela hace énfasis en la importancia de apoyar los emprendimientos de personas afrodescendientes y generar empleo para la población negra, la cual lastimosamente, dobla la taza de desempleo de la población blanca en Medellín. Habla sobre estudiar, saber y transmitir la historia de la cultura negra en nuestro país, generar más plataformas y medios para conocerla. “En los colegios nos enseñan sobre el holocausto y no sobre la esclavitud que sufrió nuestra gente, es por esto que debemos encontrar espacios y plataformas para contar y hablar sobre el tema, transmitir la historia, hacer que esto llegue a más personas”. Daniela reconoce que es un reto muy grande, pues el problema real se concentra en el privilegio blanco, pero no por esto podemos sentarnos a esperar que alguien más haga el trabajo. “Si quiero que los demás cambien, aunque no sea mi responsabilidad, puedo formar parte al ayudar a educarlos. Las mujeres y hombres negros tenemos que conquistar estos espacios y hablar”.

Las fotografías que acompañan este artículo fueron tomadas por Camilo Delgado para la colección L I N E A L de Maygel Coronel, en Cartagena. Para conocer más sobre este trabajo te invitamos a hacer click en el enlace de la marca.